Cuadro cuadrado abstracto que retrata un paisaje marino en tonos suaves y pálidos, evocando una escena tranquila y serena bajo un cielo nublado. Las pinceladas ligeras y los matices de verde, gris y blanco sugieren un horizonte calmado con reflejos acuosos. Este cuadro es ideal para ambientes modernos y minimalistas, aportando una sensación de amplitud y calma. Perfecto para decorar salas de estar, oficinas o dormitorios donde se busque una atmósfera relajante.