Conjunto de dos cuadros cuadrados abstractos en blanco y negro que representan paisajes monocromáticos. Los cuadros presentan una suave transición de tonos grises, con colinas y llanuras difuminadas en el horizonte. Estos cuadros transmiten serenidad y calma, ideales para decorar espacios sobrios y modernos. Combina perfectamente con interiores minimalistas en blanco, negro y tonos grises.