Conjunto de dos cuadros abstractos que presentan una paleta de tonos cálidos en beige, marrón y blanco con sutiles toques de negro. Las pinceladas suaves y difusas crean una atmósfera orgánica y etérea. Este conjunto transmite serenidad y calidez, siendo ideal para ambientes modernos y acogedores. Combina perfectamente con tonos tierra, blanco y gris claro, ideal para salones, comedores o estudios.