Cuadro con ramas de flores silvestres en tonos beige y marrón sobre un fondo desenfocado en blanco y negro. La delicadeza de los pétalos y el juego de luces crean una atmósfera serena y etérea. Perfecto para ambientes minimalistas, naturales o de estilo bohemio, aportando un toque de suavidad y elegancia a la decoración.