Cuadro cuadrado abstracto que retrata un paisaje sereno con montañas a la distancia y tonos pastel suaves. Los colores predominantes son beige, azul pálido y toques de rosa, lo que aporta una sensación de calma y frescura. Este cuadro transmite paz y relajación, ideal para decorar espacios donde se busca un ambiente relajante y armonioso. Es perfecto para salones, dormitorios o estudios, y combina bien con decoraciones en tonos neutros, beige, rosa claro y grises suaves.