Conjunto de seis cuadros abstractos que combinan trazos fluidos, formas geométricas y líneas suaves en tonos beige y blanco. Cada cuadro presenta un diseño minimalista y moderno, con pinceladas y figuras simples que aportan equilibrio y armonía visual. Este conjunto es ideal para espacios contemporáneos o minimalistas, añadiendo un toque de elegancia y serenidad. Combina perfectamente con tonos neutros como el blanco, gris y beige, siendo adecuado para salones, comedores o estudios.