Cuadro cuadrado abstracto con una composición de formas fluidas y degradados en tonos grisáceos. Predominan los colores gris, blanco y negro con detalles sutiles en beige. Transmite calma y serenidad, evocando un paisaje suave y brumoso. Ideal para ambientes minimalistas y modernos, combina bien con tonos neutros como el gris, beige y blanco.