Conjunto de tres cuadros abstractos que combinan trazos fluidos, formas geométricas y líneas orgánicas en tonos beige y blanco. Cada cuadro presenta un diseño minimalista y moderno, con un equilibrio perfecto entre formas suaves y pinceladas definidas. Este conjunto es ideal para decorar espacios contemporáneos o minimalistas, aportando un toque de elegancia y serenidad. Combina perfectamente con tonos neutros como el blanco, gris y beige, siendo adecuado para salones, comedores o estudios.